DIARIO DE VIAJE
Hoy hemos dejado la habitación temprano y nos hemos ido con nuestra mochila a otra habitación, River Guesthouse, unas habitaciones metidas literalmente en el río Kwai.
Por fuera era precioso, con un atardecer increíble y rodeado de flores de loto. pero por dentro… uff… miles de insectos, bichos que rascaban en el techo y detrás de las paredes… baño sin cisterna y sin papel… mosquiteras rotas…Vaya noche nos espera.
Una vez dejamos las mochilas (y con unas doscientas picaduras de mosquito) fuimos a alquilar una moto. La alquilamos en el Monkey Bar, cerca de la habitación y nos salió por 200 Baths el día, unos 5€.

Nada más salir con la moto nos damos cuenta de que, no es que te la dejen con poca gasolina… si no, que te la dan con el deposito vacío. Así que, a unos metros, compramos una botella para poder buscar luego una gasolinera. Echamos unos 4 litros y nos salió por 140 Baths (3,5€). Y empezó nuestra aventura en moto (fué taaan divertido). Primera vez que cogemos moto en el sudeste de Asia.
Fuimos a visitar el Wat Tham Khao Noi, donde se puede ver un gigantesco Buda.


Una mezcla de estilos Chino y Tailandés, hacia este lugar muy especial.



De ahí, partimos al Wat Ban Tham.La entrada simulaba la boca de un dragón, pero había mucho más.

Subir no fue muy divertido. En Tailandia hace un calor y un bochorno que a veces cuesta soportar. Y si a eso le añades subir ¡lo s 700 escalones! que hay hasta la cima… menudo cabreo llevaba.
Desde arriba se podía ver un paisaje lleno de casitas, el río y había tres gongs.

De ahí fuimos a ver el atardecer en El puente sobre el río Khwae (O Kwae, o Kwai… como prefiráis). Visita obligada para cinéfilos. Un montón de turistas lo cruzan durante todo el día, así que fotito de rigor y a otra cosa.

Con la tontería, sólo íbamos con el desayuno en el cuerpo… así que a las 19h y algo hicimos una ansiada comida-merienda-cena. Aprovechando que en la habitación no teníamos wifi para trabajar en la web, decidimos dormirnos prontito.