Supongo que muchos ya conocéis esa inmensa sensación de felicidad que da el saber que empieza una nueva aventura. Que en unos días, o unas horas, estarás cogiendo un avión a un lugar lejano. Y que durante muchos días todo será nuevo.
Pues así estamos nosotros, con una felicidad inmensa porque en unas horas volamos a Indonesia, nuestro nuevo destino.
Los que nos seguís habitualmente, sabéis que el viaje en furgo por España no salió tan bien como esperábamos, y todavía tenemos ese sabor agridulce que, por supuesto, desaparecerá en breve.
Hace ya tres años que hicimos nuestro primer (y único) viaje de mochileros juntos y sin querer, nuestra cabeza puso las expectativas muy altas, ya que ese fue nuestro mejor viaje y el más aventurero.
Quedamos con Lidia, la hermana de Samuel, para que nos acompañara al aeropuerto de Málaga. Comimos algo antes ya que el vuelo no salía hasta casi las seis de la tarde.
Facturamos dos mochilas de unos 12kg y con nosotros llevamos otras dos mochilas en las que llevamos toda la tecnología y las cosas que necesitamos. Esa parte no se ve, pero para hacer vídeos tienes que llevar mucho, pero que mucho trasto.
Toca subirse al avión, y en este primer “round” nos esperan 4h de vuelo, luego una escala de 2h en Estambul y luego otras 8h de vuelo a Jakarta.
En Indonesia son 6 horas más que en España. Creo que es más complicado acostumbrarte a las horas de más, que a las de menos. De hecho, reservamos un hotel unos días para descansar del ajetreo que hemos tenido antes del viaje y para acostumbrarnos al nuevo horario.
Tengo que decir que después del vuelo mis pies, tobillos y gemelos parecían 5 veces más grandes. ¡Se me hincharon muchísimo!. Había oído que podía pasar, pero nunca en ningún vuelo me había pasado. Qué horror.
Eran las seis de la tarde, pero ya era de noche y la gente en Indonesia tiene otros horarios. A esa hora mucha gente ya está cenando.
Cambiamos en el mismo aeropuerto 300€ y nos dan 4,875,000 Rupias. Si os preguntáis si esta bien el cambio, sí. De hecho la app que usamos (XE) nos ponía que nos tenían que dar 4,800,000 Rupias.
Al salir del aeropuerto preguntamos a un taxi. Nos hablaba bien inglés y nos dijo que no tenían taxímetro. Por hacer 20km nos pedía unos 25€. Esa cantidad es altísima allí. Nos negamos en rotundo.
Andamos un rato para alejarnos. Pensamos que quizá más lejos del aeropuerto habría taxis con taxímetro o al menos más baratos.
Al rato nos encontramos con la estación de autobuses de Soekarno Hatta. Nos pareció un poco locura coger bus, ya que era casi imposible hablar en inglés (nadie lo hablaba), no sabemos cómo iban, ni qué estación estaba cerca del hotel. Y además con el cansancio que teníamos.
Aún así dijimos “a la aventura”. Y compramos un billete para un autobús que nos dijo la muchacha de la ventanilla. Que, a saber qué entendió ella. El autobús iba a la estación de Gambir y nos costó 2,5€ a cada uno.
Sentí emoción al ver que, después de estos años, seguíamos estando igual de locos y aventureros. Parece una tontería, pero tenía la duda de si seguiría siendo como en el primer viaje.
De camino (nos sentamos separados) conozco a un chico de Java, pero que vive en Malasia y está de visita familiar. Se llama Haryanto y fui charlando con él todo el camino.
De hecho, fue una suerte conocerle porque al bajar en la estación de Gambir, no teníamos ni idea de a donde ir y él nos echó un cable porque iba en la misma dirección.
Nos hizo comprar en la taquilla una tarjeta BNI TAP CASH (Así se llamaba) en la que, si no entendí mal, puedes ir recargando billetes en ella. Pagamos 2,5€ pero ya había billetes dentro de la tarjeta. No se cuántos.
Nos bajamos en la parada de Grogol II, justo en frente del hotel. ¡Qué alivio! Dos horas tardamos en llegar desde el aeropuerto, pero al final nos hemos gastado 7,50€ (de hecho menos porque la tarjeta hay varios viajes) en vez de los 25€ del taxi.
Nos alojamos en el Hotel Ciputra que nos cuesta unos 45€ la noche y vamos a estar 4 noches. no es el presupuesto que tenemos pensado gastar en alojamiento ni de lejos, pero como os contaba antes… estos días son para relajarse. Buen habitación y piscina.
Sobre las 20H ya estábamos en la habitación. Pedimos algo de cena al servicio del hotel e intentamos descansar. Estábamos súper cansados, pero para nosotros no era hora de dormir.
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