DIARIO DE VIAJE
Despertamos en Cannes, o más bien a unos pocos kilómetros. Estamos en un ‘furgoperfecto’ con unas vistas al mar increíbles.


Lo cierto chicos es que a veces el estrés, el calor, el trabajo (porque para llevar un canal hay que currar mucho) hace que haya algo de tensión, y ayer la verdad es que estábamos algo ‘enfurruñados’ el uno con el otro, así que hoy hemos decidido que nos lo vamos a tomar de día libre.
Lo primero que hemos hecho es ir a una calita preciosa y muy pequeña que había al lado, y los tres nos hemos pegado un chapuzón, ¡Qué a gusto se estaba!
Luego, hemos ido a un Lidl, hemos comprado para hacer un tinto de verano, un caprichito para comer, y hemos echado unas partidas de Monopoly y póker en nuestro ‘furgoperfecto’. Y… ¡joe! se nos han pasado todos los males. Mañana empezamos el día como nuevos.

Conseguimos levantarnos tempranito (¡Oleee!), a las siete y media. Recogemos, nos vestimos, desayunamos…

Grabamos con Drone y ¡casi nos lo caza una gaviota!, maldita….
Nos ponemos rumbo Cannes y cuando llegamos… dos años dando vueltas. Todo lleno de gente, ni un solo aparcamiento y los parking todos con límite de altura.
Al final aparcamos bastante lejos, a algo más de media hora andando.

Resulta que hay una especie de congreso de marketing y por eso hay tantísima gente.
Las playas del boulevard celebran fiestas, e incluso al final del mismo Snapchat ha montado una noria, a la que por supuesto me he subido (era gratis y encima te daban una piruleta).

Luego hemos ido a ‘Le suquet’ o el casco antiguo a dar una vuelta.
Las calles están llenas de color, pinturas con temática de películas… ¡muy bonito!
El sol ha empezado a apretar así que, nos hemos marchado, Pupi estaba cansado.
Nos hemos pegado el último chapuzón en la playa y nos hemos ido al siguiente furgoperfecto a trabajar. ¡Mañana más!